Capitulo 31. El refugio de la verdad (continuación)
Al amanecer cuando ya sabian que su burbuja de amor debia de estallar, el silencio de la habitación se llenó de una tensión renovada cuando Darien, aun acostado sobre las sábanas, giró su rostro hacia Aeryn. La oscuridad de la noche iba desapareciendo, y la luz tenue del sol hacia su entrada, proyectando sombras que danzaban sobre las paredes. Darien había estado pensativo durante un momento, su mente a mil por hora, procesando todo lo que sucedía alrededor de ellos.
Aeryn, sin apartar la vista de él, intuyó que las preguntas aún pesaban sobre su corazón, aunque el cansancio parecía dominarla. Había tenido una sensación de alivio cuando estuvo cerca de él, pero sabía que las decisiones más difíciles aún estaban por venir.
—En tres días será mi ritual —dijo Darien finalmente, su tono grave pero no sin un dejo de determinación. Sabía que la coronación era inminente, y aunque su corazón aún no estaba completamente preparado, el deber no podía esperar. —El consejo ya ha dado su visto buen