Capítulo 77. La verdad en las sombras
La finca estaba envuelta en un silencio denso, apenas interrumpido por el canto aislado de los grillos y el murmullo del viento entre los árboles. El jardín, iluminado por lámparas tenues, se había convertido en el refugio improvisado de tres figuras que hablaban en voz baja, como si temieran que las paredes pudieran delatarlos.
Alejandro se paseaba de un lado a otro, con las manos en los bolsillos y el ceño fruncido. Valentina estaba sentada en uno de los bancos de piedra, con los brazos cruzados, la mirada fija en un punto del suelo, como si de allí pudiera surgir una explicación. Frente a ellos, de pie, Camilo rompió el silencio.
—Julián no es cualquier muchacho perdido que Iris conoció por casualidad —dijo con gravedad—. Es Julián Castaño Rivas. El hijo de Mauro Castaño y Emilia Rivas.
Valentina alzó la mirada de golpe. Alejandro se detuvo en seco.
—¿Qué estás diciendo? —preguntó él, con la voz áspera, casi incrédula.
—Lo que escuchas —confirmó Camilo—. Lo investigué. Cruzando dat