Luego del enfrentamiento con Luxu, comencé a caminar hacia el territorio que Donovan de forma muy amable nos cedió. Lily no dejó de hablar sobre lo genial que fue verme lucir como una madre osa, mientras que Liam comentaba que incluso a él le sorprendió lo bien que me manejé.
Aproveché para pedirle explicaciones a Liam sobre su poder. Me comentó que no era muy bueno como brujo, a diferencia de Lily que desbordaba magia, pero que tenía la grandiosa habilidad de teletransportarse. Dijo que no lo podía hacer más de una vez en un día, porque lo dejaba agotado.
Así que caminamos, a veces en silencio, a veces conversando. Eran unos chicos increíblemente dulces, inocentes.
Justo cuando comencé a cansarme, noté que Nathan estaba cerca. Los viajeros, como me pidieron que los llamara, desaparecieron de inmediato al notarlo. No supe por qué, pero no le di muchas vueltas al asunto cuando Nate me abrazó con una fuerza arrebatadora. Me llenó de besos por todo el rostro, haciéndome reír.
—¡Estaba ta