Elena fue llevada de regreso a la habitación, aquel hombre la empujó con fuerza sobre la cama, ella simplemente apretaba los labios conteniendo el llanto, ajustó la puerta y colocó doble llave para que ella no pudiera escapar.
Elena caminó hasta la pared y se sentó en el piso, dobló un poco las rodillas y con sus brazos la rodeó, el llanto nuevamente se apoderó de ella, no podía llorar en silencio eran gritos desgarradores lamentando no tener una vida normal.
Sabía que aquella situación sería perjudicial para su embarazo, se esforzaba en calmarse para no causarle daño a su bebé, manejando la respiración logró conciliar el sueño, su cuerpo temblaba, no solo era por el frío, se sentía destruida al estar pasando por aquella ruin situación.
A aquellas largas horas de la noche Leonardo llegó a la propiedad donde Elena se encontraba, atravesó los pasillos y fue en su búsqueda, abrió la puerta y al conectar la mirada con la desecha imagen que había allí dentro su rostro cambió.
Leonardo