Elena al saber que su embarazo estaba en riesgo se sentía peor de lo que ya lo estaba, Leonardo dejó las indicaciones de que le atendieran de la mejor manera posible.
Aunque su cuerpo no quería pasar un solo bocado, ella se esforzó a comer por su bebé, su rostro triste dejaba claro cuanto le dolía estar pasando por aquella situación.
Colocó las manos sobre su abdomen y le pidió perdón a su bebé, lamentaba no ser una buena mamá, las lágrimas recorrían sus mejillas, su promesa de protegerlo la había roto, bebió los medicamentos que el doctor había formulado esperando tener mejoría.
Luego de reposar por unas horas Elena se sentía mejor, decidió levantarse de la cama y aunque sonara loco sus intenciones eran claras, escapar, a como diera lugar necesitaba salir huyendo del alcance de Leonardo y sus malos tratos.
Elena estaba segura que si se quedaba allí su bebé puede perder la vida, de igual manera no aceptaba los deseos de Leonardo de que deba desaparecer una vez su hijo nazca, su sueño