Epílogo. Seguir escribiendo nuestra historia
Epílogo. Seguir escribiendo nuestra historia.
*Cinco años después*
La Isla Real había cambiado con los años, pero seguía siendo un lugar mágico. El mar seguía rompiendo contra las rocas con la misma fuerza de siempre, las gaviotas seguían anunciando las mañanas con sus gritos agudos, y el viento olía a sal, a jazmín y a hogar.
La casa que Gael construyó para Olivia se alzaba ahora como un símbolo del amor que había transformado sus vidas. Blanca, luminosa, con ventanales que dejaban entrar el sol desde el amanecer hasta el atardecer. Alrededor, jardines silvestres llenos de color, un pequeño invernadero que Olivia había pedido y un taller que parecía sacado de un sueño: con estanterías repletas de pinceles, telas, bocetos y cuadros a medio terminar.
Aquella mañana, Olivia se despertó con el murmullo del mar filtrándose por la ventana abierta. Al girarse, encontró la cama vacía. Sonrió. Gael solía levantarse temprano, especialmente en días como aquel. Había aprendido a apreciar los rit