Capítulo quince. No esperaba sentir nada.
Olivia partió una galleta por la mitad y siguió haciéndola pedacitos, perdida en sus pensamientos. Habían pasado dos días desde la boda y Gael y ella apenas habían intercambiado un saludo desde que lo dejó en la terraza esa noche. Se sentía triste, cansada y desconcertada mientras le contaba aquella conversación a su mejor amiga.
—¿Te dijo eso? — Cora tomó un sorbo de té helado, atónita.
Olivia aún podía ver el brillo en los ojos de Gael, un brillo de furia y deseo a la vez. Y lo peor de todo era que ella lo deseaba también.
— Sí, eso dijo. Que sería el marido que Camilo hubiera sido — respondió por fin —. Y estaba furioso.
—Claro.
—Oye, ¿de qué lado estás? — exclamó Olivia.
— Del tuyo siempre, cariño — respondió Cora —. Sin embargo, puedo entender que estuviera un poco molesto.
—¿Por qué?
—Porque le mentiste.
—No le mentí. Esto es algo personal. Además, ¿qué le importa a él?
—No le hablaste de Camilo antes de proponerle matrimon