—William Brook fue personalmente al Grupo GOLDEN solo para decírmelo. Espera que algo ocurra entre tú y yo. ¿No los decepcionaría si no hiciera nada al respecto?
Maya se quedó paralizada por un segundo. Cuando reaccionó, forcejeó, logró soltarse de la mano de Alexander y se giró para correr.
Apenas dio un paso cuando sintió un fuerte agarre en los tobillos. Su cuerpo fue arrastrado con violencia y quedó atrapado bajo el peso de Alexander.
—¡Ah!—
Maya intentó incorporarse, pero la gran mano de Alexander ya le había inmovilizado el hombro. No tenía espacio para moverse.
—¡Suéltame! ¡No quiero que pase nada entre nosotros!—
—¿Todavía quieres resistirte con esa fuerza insignificante tuya? ¿Hmm?— preguntó Alexander, mirándola con frialdad aterradora.
—¡No! ¡Déjame ir!
Maya sabía que no podía moverse bajo el peso de Alexander, pero aun así siguió resistiéndose con palabras.
Alexander le sujetó la barbilla y la obligó a alzar el rostro.
—¿No? Entonces… ¿para quién estás guardando tu cuerpo?—