Mundo ficciónIniciar sesiónSera imposible... estar ahí y no recordar. Dolera, dolera como el demonio. Pero sabia que no podia huir para siempre. Sabia que este dia llegaria. El dia de regresar a ese lugar donde fui tan feliz... pero tambien fui infeliz. *Acompañame a leer esta historia*
Leer másMatthew Quería correr detrás de ella. Quería que se quedara a mi lado. No podía decirle lo que ella quería pero lo sentía, sentía algo tan inexplicable hacia ella. Ella se convirtió en mi vida, en mi luz y lo más amado. Me deje engañar por Beatriz, me odio por haberla tratado de aquella forma, por no haberle levantado cuando se arrodillo ante mi, por no haberle creído. Sabía que era incapaz de hacerlo y me siento tan culpable de ver sus ojos apagados, sin vida. Ella volvía a sufrir por mi culpa, porque yo tenía el poder de hacerla feliz y destruirla.Y lo hice, la destruí nuevamente.Cuando la vi luego de tres días pude respirar, ella estaba más delgada y sonreía, pero no de esa manera como siempre lo hace.Su sonrisa estaba vacía y el culpable era yo.Solo pude sentir su empujón, solo pude ver como el auto chocaba contra su pequeño cuerpo y salía volando. Todo sucedió en cámara lenta, tan lenta que sentía que arrancaban un pedazo de mi alma. No podía perderla,
Todos estabamos en la sala de espera, Sebastián caminaba de un lado a otro. Estaba desesperado, razones tenía, el embarazo de Isabel es muy peligroso por lo que sus ovarios no se desarrollaron por completo. Todos estábamos angustiados, me siento mareada y las ganas de vomitar son horribles. Con los tacones en la mano salgo corriendo al baño más cercano y doy gracias a Dios que esta desocupado, me encierro en el y vacío mi estómago. Vacío todo el contenido de mi estómago dejándolo sin nada y ardiendo. Creo que el momento me cayó mal. —¿Bonita estas bien?— pregunta Matthew al otro lado y niego como si me estuviera viendo. —Si, todo bien— digo para que se vaya. —Te esperaré aquí por si necesitas algo. —Lo único que necesito es que te largues y me dejes en paz. —No me pidas algo que no haré Bonita— joder como amo que me diga así. Niego y me quedo callada. Me quedo encerrada en el baño con la esperanza de que cuando salga ya no esté, pero el encierro fue en vano. El esta ahí sent
31/10/2020 —¿Segura que quieres hacer esto?— asenti mientras la aguja perforaba mi piel. Aprere los labios del dolor y sonreí a mi acompañante. ... —Liza esto se esta saliendo de control— no me importa lo que decía porque me monte en la barra y empecé a bailar mientras todas las personas me aplaudían. Me sentía una reina cada que me miraba y aplaudían. Cada vez que alguien se me acercaba y me decía cosas bonitas, mientras yo lloraba y abrazaba a mi acompañante quien tomo un vuelvo desde Catana hasta aquí por mí. —¡Te amo! ¡Te amo tanto!— dije entre risas— el no me ama, el no me ama a mi— las lagrimas corrían por mi rostro regando el maquillaje y regando su camisa. ... —Vamos a casa Liza, has tomado demasiado— me rei en su cara y agarre sus mejillas depositando en beso en sus labios. —Si vamos a follar, con gusto me voy— le grite y este negocio frustrado— hoy me rompieron el corazón, pero yo se lo voy a romper a él, cuando me supliqué de dorrillas que lo perdone— me río— brin
Sus manos quitaban cada prenda de mi cuerpo dejándome completamente desnuda. Estaba bajo su cuerpo mientras gritaba de deseo, sus dedos jugaban con mi clitoris y me penetraba con ellos. Me sentía en el cielo, extraña su contacto y su cercanía, sus besos y sus dedos mágicos. Mordía mis labios y besaba mi cuerpo. Su contacto me estaba matando me sentía como nunca antes. Su sola mirada me llenaba de orgasmos y mi pelvis se alzaba por si sola cuando el sacaba sus dedos. Me tocaba y mi cuerpo era de él, no podía pensar ni lo que hacía en el momento, solo me dejaba llevar por los deseos que el me está provocando y no podía aguantarlo. —Matthew— suplico. —¿Dime lo que quieres gatita?— su voz era cargada de deseo y yo no podía hablar. Pero sabia que si no lo hacía el no me daría lo que quería. Necesitaba sentirlo, que me llenará de su masculinidad y sentir su eyaculación. —Te necesito, llename de ti— las palabras salían en súplicas. El lo hizo empezó a llenarme de su polla mientras salí
Un año después:Todos esperaban por mis palabras. Había pedido a todos que vinieran, porque quería decírselo en persona antes de hacerlo. —Me iré— trago saliva— Me iré del país.Todos me miran como si estuviera loca. Pensarían que es una broma o un juego, pero no lo era. Necesitaba irme y dejar de estar aquí. Su ausencia estaba presente en todos lados. —¿Estas loca liz?—pregunta Sebastián.—No Sebas, me iré por un tiempo.—¿Cuanto tiempo?— pregunta mamá.—No lo sé mama, unos meses, no lo sé, solo necesito irme—cierro los ojos— Necesito paz, tranquilidad mamá y nada va a detenerme. Necesito irme y tratar de superar esto— golpeo mi pecho.Me iría, me iría con Claris, necesitaba un psicólogo y ella era perfecta. Mi abuela Claris era la mejor psicóloga y con ella me sentía bien. Por lo menos eso creía.Mamá me abraza y yo me dejo abrazar. Algún día quizás lo supere y pueda estar bien.****Estaba haciendo mucho frío, el tiempo estaba nublado y el césped estaba húmedo. Había pasado toda
Mis ojos se abrieron de golpe cuando senti unas manos tocar mis piernas, y mi cuerpo. Sentía miedo y asco de verlo. Quería levantarme y quitarme a este hombre de encima. Pero no podía, era súper pesado, necesitaba gritar. Gritaba, gritaba tan fuerte que sentía mis cuerdas vocales desgarrarse. Sus asquerosas manos sucias tocaban mi cuerpo y tapaban mi boca, mientras desgarraba mi ropa. Me tenía presionada bajo su gigantesco cuerpo. Mordía su mano tratando de que me soltara, pero parecía no afectarle en lo absoluto. —¡Auxilio!— tuve la oportunidad de gritar cuando quito la mano de mi boca y quitaba mi short. Me tenía desnuda bajo de él. El me da una bofetada volteando mi rostro y volverme a callar con su mano— Por favor no— suplicaba entre dientes con su mano en mi boca. —Grita todo lo que quieras niña linda— susurraba mientras rompía mi camisa y besaba mi cuerpo desnudo— Nadien te escuchará. Me sentía impotente, quería ser lo suficientemente fuerte para quitarlo de encima mío. No
Último capítulo