El pitido inicial cortó el aire como un rayo.
El árbitro llevó el silbato a su boca, sopló con fuerza, y la pelota comenzó a rodar en el césped impecable del estadio limeño. Lautaro tocó hacia atrás para Thiago, quien de inmediato abrió para Kevin por la derecha. San Martín había esperado mucho por este momento: era el primer partido del torneo internacional, y su rival, Alianza Sport de Chile, era una escuela con prestigio en formación futbolística. Un verdadero coloso.
En los primeros compases, el partido se tornó trabado, con choques en la mitad de cancha. Pero San Martín, con un medio campo ordenado, empezó a adueñarse del balón. Lautaro retrocedía unos metros para recibir, tocaba de primera, buscaba a Thiago que le devolvía, giraba y lanzaba cambios de frente. Sergio, desde el banco, gritaba indicaciones, pero con una sonrisa contenida: sus chicos no se achicaban.
A los 13 minutos llegó la primera clara. Lautaro, en la medialuna, amagó con rematar, filtró un pase corto para Thiag