Después de que Liam se retiró del apartamento dejando un hilo de evidente tristeza, todo se puso negro al leer el mensaje de Arturo:

“Estoy con las niñas en el hospital de Nueva York. Luci se cayó. Ven pronto”.

Leer ese mensaje terminó de derrumbar lo poco que quedaba de mi estabilidad. Sin pensarlo dos veces busqué un taxi y llegué al hospital con el corazón detenido.

«¿Qué hacen acá en Nueva York?»

«Mi Luci»

Llegué al hospital como un rayo y entrando vi a mi pequeña, Lucia, corriendo en mi dirección sosteniendo su peluche favorito. La abracé como nunca, la alcé entre mis brazos, y no pude evitar llorar.

―¿Qué pasó? ―Le pregunté a Arturo que estaba de pie junto a nosotras.

―Queríamos darte la sorpresa, las llevé al parque y no sé cómo pasó, Luci estaba en el piso desmayada―respondió nervioso y cubrió su cabeza con sus manos.

―¿Dime que ella está bien, por favor? ―Le supliqué mientras abrazaba con fuerza a Lucia que estaba aferrada a mi cuello.

―No lo sé, llegó inconsciente.

«Inconsc