Todo parecía ser un sueño, despertar y ver que en la otra habitación estaban mis hermanitas eran momentos que valoraba con el alma, llevarlas a la escuela, hacer con ellas sus tareas y disfrutar de sus bellas ocurrencias. Con Liam todo era cada vez mejor, salíamos juntos, compartíamos y las niñas lo adoraban. Y yo podía al fin decir a los cuatro vientos que era el amor de mi vida y yo el suyo. Me sentía completa.
―¿Están listas? ―dije entrando a su habitación que estaba un poco desordenada con sus juguetes―. Su papá ya está por llegar y tenemos que irnos a la granja.
―¡Sí!―dijo Luci mientras buscaba una muñeca, y Lucía se colocaba los zapatos.
―¡Vamos!―Salimos del apartamento apresuradas y Arturo las esperaba. Al verlo, corrieron a abrazarlo. Íbamos todos juntos a pasar la navidad en la granja. También estaba Liam esperando por mí. Las niñas viajarían con su papá, su pareja y la hija de ella. Nos despedimos de las niñas.
―¿Estás bien? ―dijo Liam y me abrazó…―. ¿Lista para estas navid