Mundo ficciónIniciar sesiónEl aire del bosque era espeso, cargado de humo y de un silencio que no auguraba nada bueno.
Kael había recibido la alerta primero: una manada aliada estaba siendo atacada en su frontera sur. No dudé en ofrecerme. Así que ahora estaba allí, con Tom y Demian a mi lado, y un destacamento de guerreros del propio Kaelan, listos para la cacería.
—Mantengan los flancos cerrados —ordené, bajando la voz mientras el olor metálico de la sangre se hacía más fuerte—. Si son renegados, no duden. Maten rápido.
Demian gruñó con una sonrisa tensa.
—Eso me gusta oír, Alfa.







