David revisaba reportes financieros desde temprano, junto a Albert y Máximo.
— Esto va más allá de simples chismes… — Soltó Máximo, pasando las páginas con ceño fruncido. — Hay movimientos bancarios que no cuadran… Y los encontré desde hace varios años, fue difícil, están muy bien disfrazados…
Albert, más calmado, observó la pantalla del portátil.
— Lo preocupante es que los cambios más recientes aparecen autorizados por Mari, eso es lo que ellos están usando…
— Pero no todos… Además, esas firmas fueron falsificadas. — Agregó Mari. — Yo no autoricé nada de eso…
Albert se levantó para revisar una llamada, mientras que Mari tomó su lugar verificando los documentos, la firma que habían hecho de ella, era perfecta, pero ella sabía, estaba segura de que no había aprobado todo eso, su mente estaba trabajando a toda velocidad, repasando cada una de sus acciones en la empresa.
— Un falsificador muy talentoso está manipulando mi información y usando mis accesos… — Soltó Mari finalmente.