David se quedó en el mismo lugar por un rato, pensativo, ¿Por qué él le había dicho eso? ¿Por qué no podía controlarse frente a ella?
Se dio la media vuelta, suspirando frustrado y antes de irse para no seguir incomodando, David decidió ir por un vaso con agua a la cocina, cuando escucho unos susurros y sonidos sospechosos.
Desde el pasillo, lentamente, David caminó buscando el origen de los murmuros, parecía que la casa estaba vacía, y es que casi todo el personal estaba afuera con los niños.
Entonces, finalmente él pudo diferenciar las palabras de un hombre.
— No hemos encontrado nada aquí, no hay pistas y parece que el personal no sabe nada… Hay que buscar en otra parte…
— Es que no entiendo, ¿Quién le podría querer hacer daño a Mari? — Era la voz de una mujer, el corazón de David saltó al escuchar esas palabras.
— ¿Podría ser algún enemigo de la familia? Hace tiempo que no se nos aparece un loco de esos… — Soltó la voz de otro hombre, David lo reconoció, era Patrick, el her