Alexey
Vainilla se encontraba nerviosa. La tomé de la mano para darle fuerza, hoy era la cena e iba a desenmascarar a su propia hermana. Pero antes había pedido una cita con el padre Castro y me pidió que la acompañara. Desde que éramos novios pasaba más tiempo conmigo que en su casa, y eso me estaba gustando demasiado.
Esa mañana, cuando se despertó, lo hizo emocionada porque Rubí y Emmanuel iban a hablar y aclarar su situación. Pero tal fue su tristeza cuando ingresó al cuarto y solo vio una nota de agradecimiento por parte de Rubí. Al llamar a su celular, no contestó; por eso, llamó a Regina y ella le dijo que se había ido a pasar unos días lejos y llegaría en quince días.
Una vez colgó llamó Emmanuel informándole lo ocurrido, él le dijo que no veía el carro de Rubí afuera. Le contó todo lo hablado con Regina. Pensó que se iban a arreglar y no fue así. Como le dijo el padre, desarrollara la paciencia era la prueba para ella. Y yo la puse al tanto de mis viajes.
—¿Entonces en dos se