Lyra
El despertar en la mansión Renard fue una experiencia sensorial desconcertante las sábanas de seda eran tan suaves que se sentían como agua sobre mi piel, y el silencio de la habitación era absoluto, roto solo por el trino de pájaros exóticos en el jardín por un momento, olvidé la cabaña y el olor a bosque de Kael, pero la realidad regresó con el peso del anillo de mi padre en mi dedo, ya no era una refugiada escondida era una Alpha en territorio ajeno.
Bajé al comedor principal, donde la luz del sol inundaba el mármol blanco.
La mesa estaba dispuesta para el desayunobsolo estaban Dorian y sus padres.
El desayuno fue una coreografía de etiqueta los padres de Dorian me trataron con una cortesía exquisita, aunque sus ojos me analizaban como se analiza una pieza de ajedrez determinante.
Hablaban de rutas comerciales y de la estabilidad de la región, siempre dejando caer lo mucho que valoraban el linaje de los Sol Ceniza.
— Lyra, después de desayunar, me gustaría que me acompa