Cristian y Brittany permanecieron inmóviles por unos segundos, desorientados. Kendall, la misma que antes mostraba vulnerabilidad, que obedecía sin rechistar y siempre intentaba agradar a Cristian… ahora se mostraba firme, segura, superior. Algo había cambiado, y ambos lo sabían.

Cristian comenzó a caminar con paso duro, sus puños se cerraban con fuerza. Su ceño fruncido y los labios tensos revelaban una ira contenida que amenazaba con estallar. Brittany lo siguió sin atreverse a hablar. Cuando llegaron a su oficina, él abrió la puerta de golpe y entró primero. Ella, con manos temblorosas, cerró la puerta con seguro.

—Algo cambió. —Soltó Cristian mientras se dirigía a la vitrina de licor. Tomó un vaso de cristal, lo llenó con whisky y se lo bebió de un trago.

—No sé qué le pudo pasar… —murmuró Brittany, sincera pero inquieta.

Cristian giró para mirarla, y la intensidad en sus ojos hizo que el estómago de Brittany se encogiera. Conocía esa mirada. Era la misma que usaba antes d