83: Por culpa de ese hombre.
En el hospital San Peter, Mónica despertaba después de unas horas en que había sido terminada su cirugía. El cuerpo aun le seguía doliendo mucho, y sintiendo sus piernas demasiado doloridas, soltó un quejido.
—Veo que ya despertaste… — dijo una voz femenina que Mónica reconoció inmediatamente.
—¿Tu qué haces aquí? ¿En dónde está mi esposo? — respondió la mujer de cabellos castaños a Emma. — Vete de mi habitación o me levantaré de aquí a sacarte yo misma, ¿Crees que has ganado? ¿Crees que no puedo recuperar el amor de Eduardo? Se bien que desde el principio tan solo regresaste para volver a meterte en su cama, nunca pudiste aceptar que el en realidad siempre me había amado a mí, yo voy a darle un hijo, y seremos muy felices. Y no creas que voy a llamarte su majestad como todo el mundo hace, para mí siempre serás la insignificante hija de una familia arruinada. — dijo la mujer destilando odio y rencor, junto a aquel complejo de inferioridad que ante Emma sintió siempre.
Emma la miró con