Daniel pudo ver que varios miembros de la nobleza, aplaudieron las palabras de ese hombre que llevaba el mismo nombre que su hermano. No le sorprendía, uno de ellos era el Conde Derby, quien recientemente había enviudado, y a las pocas semanas se había casado con una Cervantes al menos veinte o treinta años menor a él.

El conde de Sussex no pudo evitar mostrar su disgusto con el Cervantes.

— No voy a discutir con usted las cosas que los nobles hemos hecho o no hemos hecho, Cervantes. Pero no puede negar que muchos miembros de su familia, han contraído nupcias con miembros de nuestra nobleza inglesa, y eso parece particularmente sospechoso. Puedo incluso aventurarme a decir, que pareciera que sus intenciones, son las de quedarse con nuestra corona inglesa. — respondió el Conde.

Una ola de murmullos comenzaron a sentirse por todo el parlamento. Muchos parecían estar de acuerdo con las palabras del Duque de Sussex, mientras que la otra mitad parecía defender a los Cervantes. La reina