29: Un niño hermoso.
— ¿Y que dijo su alteza Lancaster de eso? — quiso saber.
— Su alteza está de acuerdo con la reina, de hecho, fue el quien sugirió la idea, y le estamos muy agradecidos por ello. — respondió.
Emma se sintió agradecida con Daniel, el en verdad parecía ser un buen hombre.
El pequeño Oliver se quedó dormido en los brazos de Emma, y la calidez del pequeño, le hizo preguntarse si así se hubiese sentido tener a su hijo entre sus brazos. Conmovida, siguió escuchando a la madre superiora no queriendo pensar en su perdida. Quería ayudar a las monjas, quería que esos pequeños estuviesen bien y con mucho entusiasmo, decidido ayudar a Daniel en todo.
Entrando a la cocina, pudo ver cómo una de las monjas, se acercaba apresurada a ella. Reconociéndola, nuevamente se sorprendió.
— Señora Borbón, que sorpresa verla aquí. — dijo la mujer con lágrimas en los ojos.
— Charlotte. ¿Eres tu? — dijo emocionada de ver a su antigua dama de compañía.
La monja asistió.
— Si mi señora, después de que usted se fue,