45. Cruzando límites
Medea estaba colmada de furia y confusión, sin poder apartar de su mente el compromiso entre su exmarido y esa mujer. ¿Cómo podía ser tan descarado? Jamás imaginó que él llegaría tan lejos, aunque en el fondo sabía que todo era parte de una estrategia para utilizar a esa ingenua como ya lo había hecho con ella.
—Aún no lo asimilo —murmuró con amargura—. Me siento completamente ridícula ahora mismo.
—No se deje afectar, señora —le dijo Rogelio—. Tal vez intente aprovecharse de la posición de esa mujer para escalar otra vez, pero créame, volveremos a hacerlo caer.
—Es un infeliz —espetó con un nudo en el pecho—. No ha pasado ni un mes desde el divorcio y ya planea casarse con su amante.
—No es más que un oportunista —añadió Rogelio desde el asiento del conductor, con tono molesto—. Ese matrimonio será un desastre, ya lo verá. Además, está el asunto de Saphira y su hija ilegítima.
—Cierto... Me imagino cómo debe estar revoloteando esa mujerzuela ahora mismo.
Y conociendo a Saphira, estab