19. Una nueva esperanza
—¿Así que le pegó? —pronunció Medea con ironía—. En su día especial, le dio una bofetada como regalo. Vaya forma de amar. Eso sí que es nuevo.
—Debió verla, señora —le contó Luna, mientras Rogelio conducía—. Estaba completamente fuera de sí, llorando de rabia. Juró vengarse, dijo que la haría pagar y que la quitaría del camino. ¿Puede creer su descaro? Culpándola cuando es ella quien se metió con un hombre casado.
—Esa mujer ya se cree la gran señora, cuando no es más que una vulgar amante —farfulló Medea con una sonrisa mordaz—. Conociendo a Elian, jamás la tomaría como esposa si yo no hubiera estado antes en su vida. Él solo valora la posición. Se va a estrellar, y fuerte.
Lo que sí la sorprendía era que Elian se hubiese atrevido a golpearla. ¿Qué le habría dicho esa mujer para provocarlo? En todos sus años de matrimonio, él nunca le había levantado la mano. Jamás. Aquello solo confirmaba lo que ya intuía, que no amaba a Saphira. Entonces, ¿por qué aún la mantenía a su lado? ¿Era bu