Al llegar la mañana Nikolas llegaba a la mansión encontrándola en cenizas, los bomberos aun sacaban escombros
¡¡¡QUE PASOOOOOOOO!!! ELIZABEEEETH!!!! – Nikolas corría hacia los escombros mientras los bomberos lo detenían.
Señor, no hay nada que pueda rescatar.
Mi hermana, mi hermana estaba ahí.
Hay varios cuerpos calcinados, hombres y mujeres, no sabríamos decirle si es su hermana, no quedó casi nada de ellos, solo algunos huesos y dientes.
Un bebé, había un bebé.
Si había un bebé debe haberse desintegrados, la cantidad de calor que hizo casi desintegra los cuerpos de los adultos, los bebés son más frágiles.
¡¡¡¡¡NOOOOOOOOOOO!!!!! – Nikolas se metía entre los escombros donde estaban los cuerpos calcinados, movió todo hasta que encontró los rastros de uno que tenía un collar con una E, el mismo collar que él le había regalado a su hermana al cumplir los 18 años y que ella jamás se sacó, lo tomó en sus manos y susurró – Elizabeth - calló en sus rodillas llorando – hermana, nooo, por qué,