Horas más tarde, la mansión estaba en silencio.Kate dormía en su habitación, Bastien estaba acostado a su lado, acariciando su cabello mientras la miraba dulcemente, su corazón estaba en un caos constante, se la habían arrebatado al ir a una fiesta y la perdió 6 meses que fueron un infierno para él, se la habían arrebatado solo por ir a un hotel juntos, la habían puesto en peligro, le sacaron tanta sangre que si no hubiera llegado a tiempo la hubiera perdido, no podía confiarse, debía protegerla, aun a costa suya, besó su frente.— Perdón Kitty — Se levantó y fue a su despacho.Bastien no podía, ni quería, dormir en su despacho, solo, la chaqueta del traje colgada en una silla, las mangas de su camisa remangadas, su reloj sobre el escritorio.Frente a él, su laptop llena de pantallas de seguridad mostraba las imágenes del perímetro: cámaras, accesos, zonas ciegas, todo controlado al milímetro.La puerta se abrió suavemente.Lucca entró, seguido de Joel.—¿Todo tranquilo? —preguntó B
Kate estaba en su oficina, hojeando emocionada el dossier del "Concurso de Nuevos Talentos en Moda".Había sido invitada como jurado especial y el evento prometía ser una oportunidad única para jóvenes diseñadores.Ella amaba ese tipo de iniciativas.Además, Albert y Armando estaban colaborando con la organización, lo que le daba aún más tranquilidad.No sabía —aún— que detrás de esa fachada impecable, las sombras se movían.Bastien, mientras tanto, estaba en su despacho, revisando los nombres de los patrocinadores con una expresión que podía congelar la sangre.Cuando vio el nombre de la empresa fachada de John Asher como patrocinador oficial, su mandíbula se endureció.Joel estaba de pie frente a él, rígido.—¿Movemos a Kate del evento? —preguntó, listo para cualquier orden.Bastien negó, sus ojos ámbar oscuros como una tormenta.—No. —Su voz fue un gruñido contenido—. Eso levantaría sospechas.Vamos a jugar su juego... pero bajo nuestras reglas.Se levantó de su silla, tomó su celu
La música suave marcaba el inicio del desfile.Modelos jóvenes caminaban por la pasarela, luciendo diseños frescos, creativos, llenos de pasión.Los focos se movían, las cámaras parpadeaban, los asistentes susurraban comentarios.Todo parecía fluir perfectamente.Pero en la mesa de jurado, la verdadera guerra silenciosa se libraba.Kate, sentada en el centro, hojeaba su libreta de anotaciones con genuino interés.A su derecha estaba John Asher, siempre sonriente, impecable, su postura relajada.A su izquierda, Bastien, perfectamente compuesto, pero con una energía densa, una presencia aplastante que hacía que el aire pareciera más pesado.John sonrió cortésmente cuando una modelo pasó.Tomó su libreta, escribió un par de palabras, luego —con una elegancia medida— se inclinó apenas hacia Kate.—Una presentación brillante, ¿no crees? —susurró con tono casual.Antes de que Kate pudiera responder, Bastien giró ligeramente la cabeza.—Opinaremos al final, ¿no es cierto? —dijo, su voz baja,
Después de varias horas, los aplausos finales inundaron el salón.Los ganadores fueron anunciados, fotos tomadas, entrevistas rápidas organizadas.Mientras Kate charlaba animadamente con Ara, Cristy y Ally, Bastien no se apartaba más de un metro de ella.John, viendo que la noche se le escapaba de las manos, apretó el vaso de whisky en su mano. No podía perder esta oportunidad. Debía hacer algo.Se acercó al grupo de jurados y organizadores, sonriendo como el perfecto caballero.—Queridos colegas —dijo, alzando su copa—. Ha sido una noche magnífica. Me encantaría invitar a todos los jurados a una cena privada para celebrar nuestro éxito.Albert, que había llegado al cierre, sonrió emocionado.—¡Suena excelente!Kate, instintivamente, miró a Bastien.No necesitaba palabras. Bastien apretó su mano suavemente en respuesta.John, viéndolo, sonrió aún más.—Por supuesto —añadió John—, Kate, siendo la presidenta del jurado espero que nos acompañes —Y miró directamente a Bastien.Bastien sos
Bastien y Kate regresaron de la zona de baños, tomados de la mano. Kate, más tranquila, apoyó la cabeza brevemente en el brazo de su esposo antes de sentarse de nuevo.Albert ya estaba de vuelta en la mesa, sonriendo, charlando como si nada hubiera pasado. Pero detrás de sus bromas habituales, su mirada era diferente: aguda, protectora.John los observó sentarse. Hubo un microsegundo en que su mirada se tensó, percibiendo que algo había cambiado. Pero no pudo identificar exactamente qué.La conversación siguió. Más forzada, más medida.John intentó retomar el control, lanzando un comentario casual:—Kate, deberíamos hablar pronto de ese proyecto de moda sostenible. Podríamos hacer grandes cosas juntos.Antes de que Kate pudiera responder, Albert intervino, sonriendo ampliamente:—¿Sabes, John? Bastien tiene una red de contactos increíble en Europa para ese tipo de proyectos. Incluso, sabías que su cuñada es la famosa Moira Ricci, la diseñadora mundialmente conocida. Deberías habl
La puerta del penthouse se cerró de un portazo brutal, resonando como un disparo en el lujoso, pero gélido departamento.John Asher cruzó el salón a grandes zancadas, su respiración agitada, los ojos inyectados en furia pura.De un manotazo, barrió una bandeja de cristal que voló por el aire, estrellándose contra la pared y haciéndose trizas.—¡Maldito Bastien! —rugió, su voz reverberando en las paredes de mármol—.¡Maldito bastardo!Tomó una lámpara de diseño y la lanzó contra el suelo con toda su fuerza.El estruendo fue ensordecedor.Trozos de porcelana y vidrio se esparcieron como metralla.El asistente apareció en la entrada, tenso, pero prudente.—Señor —dijo con cautela — ¿Qué sucede?— Ese maldito hijo de puta arruinó todo mi plan, todo lo que tenía friamente calculado, lo arruinó, AAAHHH!!!Tomó la mesa de centro y la tiró contra la pared rompiendola en mil pedazos, el cristal estalló para todos lados.— Señor deberíamos considerar retirarnos.Si Bastien ha empezado a sospech
El restaurante se vació poco a poco, dejando solo a los más cercanos en la mesa.Kate, visiblemente cansada pero tranquila, se apoyó en Bastien, quien acariciaba distraídamente su espalda baja mientras charlaba con Joel y Jake en voz baja.Albert se acercó a ellos, su expresión seria.—Bastien —dijo en voz baja, apenas para ellos—.Necesitamos hablar. A solas.Bastien entrecerró los ojos, analizándolo un segundo.Asintió con un leve movimiento de cabeza.—Jake, lleva a Kate a casa. Joel y los hombres ya están listos.Kate frunció el ceño, no queriendo separarse, pero Bastien le besó la frente con ternura.— No quiero, quiero estás contigo Bastien, jamás he llegado sola a casa. — Bastien sonrió.— Está bien princesa, vamos a casa.Bastien le dio la orden a Jake para que llevara a Albert con ellos y lo esperaran en el despacho y que le avisaran a Lucca que estuviera también. El viaje en auto de regreso fue tranquilo.Kate se apoyaba contra el pecho de Bastien, somnolienta, mientras él
Cuando todo estuvo organizado, Bastien subió las escaleras silenciosamente.Abrió la puerta de su habitación y encontró a Kate dormida, abrazando su almohada, con su rostro sereno.Su corazón se apretó al verla así, pura, inocente, el centro de su universo.Se quitó el traje, poniéndose su pijama de pantalón negro, y se deslizó en la cama, envolviéndola entre sus brazos con una ternura infinita.Kate murmuró en sueños — mmm Bastien — acomodándose más contra él, buscando su calor instintivamente, acurrucándose contra su pecho.Bastien sonrió sabiendo que era el dueño y señor de su alma incluso en sueños y apoyó su frente contra la de ella y susurró:—Nunca dejaré que te toquen nuevamente. Nunca, mi Kitty.Eres mía. Y te protegeré... aunque tenga que destruir el mundo entero.La apretó contra su pecho, cerrando los ojos, su mente ya planeando cada movimiento para el día siguiente.*******************El amanecer llegó frío y gris, pero en el mundo de Bastien, era el inicio de la guerra.