Todo para él.
ANNELISSE DE FILIPPI
El museo de Milán siempre había sido uno de mis lugares favoritos. Me encantaba caminar por los pasillos de mármol, perderme entre cuadros que parecían contar secretos al oído. Ese día, mi clase fue cancelada de último minuto y Addy, como buena hermana multitarea, me dijo que no me preocupara, que mandaría a alguien a buscarme. No dijo quién. Solo me pidió que esperara en la entrada principal.
Así que ahí estaba, con mi abrigo largo y el celular en la mano, jugando con el dobladillo de mi bufanda mientras trataba de no pensar demasiado. Hasta que lo vi.
Silvano.
Impecable como siempre, con su gabardina oscura, el reloj negro, esa mirada gris y seria que me ponía nerviosa cada vez que se posaba en mí. Mi corazón dio un brinco. Y juro que olvidé como se respiraba.
—Señorita Anny —dijo con una leve inclinación de cabeza.
—Hola, Silvano —respondí, tratando de no sonar tan emocionada. Aunque la verdad, quería gritarle al mundo que él había venido por mí.
Caminamos junt