De vuelta al hogar.
Los días pasaron como un suspiro en aquella cabaña escondida del mundo. Kate se sentía segura, amada, viva. Cada noche, Bastien le recordaba con sus caricias y sus historias lo que habían vivido. Cada día, ella sentía que su alma se reacomodaba en el lugar al que siempre perteneció: él.
La relación de Kate y Bastien era intensa y llena de amor, a pesar del gran vacío de su mente, Bastien con amor había ido llenándola de recuerdos.
Estaban en el avión camino a casa, Bastien tomaba a Kate de la mano y como siempre, ella no podía dormir.
— ¿No puedes dormir?
—Me cuesta — él desabrochó su cinturón y la llevó a su regazo.
— Bastien, esto es muy incómodo — él sonrió al ver que repetía lo mismo que años atrás.
— En qué universo alterno sería incómodo tenerte entre mis brazos, ven duerme, el viaje es largo. — Kate sonrió y besó sus labios para luego acurrucarse en el pecho de Bastien.
Todos estaban en casa esperando el regreso de Kate, nadie sabía que ella estaba enterada de todo, era una sor