Capítulo 56
Veneno y envidia
Erick
Erick subió los escalones de dos en dos y entró en la sala de vigilancia con el ceño fruncido y el pecho ardiendo de ansiedad. El resplandor de las pantallas lo golpeó apenas cruzó la puerta, pero no se detuvo. Se sentó frente a la computadora principal y tecleó con rapidez, ingresando las credenciales para acceder a los reportes que había solicitado horas antes. Necesitaba respuestas.
Ya...
—Muéstrame los registros de los últimos cuatro camiones que ingresaron a Selmorra —ordenó, hablando al sistema con voz ronca.
Las imágenes comenzaron a cargar. Tomó nota de las matrículas, repasó las horas de entrada y salida. Avanzó, rebobinó. Visualizó cada ángulo de las cámaras que bordeaban la carretera del oeste, la ruta habitual de ingreso de suministros… y de presas. Pero no había rastro de Denzel. Ni una silueta familiar. Nada.
Frunció más el entrecejo.
—¿Dónde está? —gruñó, golpeando el borde del teclado con los nudillos de sus dedos.
Se levantó de golp