Capítulo 14. Soy el Rey
ELENA
—Elena. No voy a permitir que te compren. Desde hoy serás libre —mencionó Lycan.
Lycan extendió su mano hacia mí, y no lo pensé. Había algo en mi interior que me empujaba hacia él, algo que gritaba que confiara, que corriera, que me dejara llevar. En ese momento, él era la única opción que no me hacía sentir como una mercancía.
—Lycan… —susurré, como si su nombre hubiera estado esperando en mi garganta desde siempre.
Él sonrió al escucharlo. Una sonrisa leve y sus ojos volvieron a brillar como si la luna se reflejara en ellos.
Di varios pasos hacia él, sin pensarlo. Mi cuerpo se movía por instinto, por necesidad. Pero cuando estaba a punto de tocar su mano, Gregorio se lanzó sobre mí con violencia.
—¡No es de tu propiedad! —gritó, agarrándome del cabello y lanzándome contra el suelo.
El impacto contra el cemento me rasgó la piel de la mejilla. Intenté incorporarme, pero Gregorio me sujetó por el cuello, apretando con fuerza.
Y entonces lo escuché, un rugido desgarrador.