POV: Alexander Líbano
Lo tenía justo donde quería.
Esa maldita rata pensó que podía burlarse de mí. Pensó que podía arrebatarme lo único que me importaba en esta vida… Aslin. Por su culpa, ella escapó. Por su culpa, terminó en los brazos de ese malnacido de Carttal. Toda la desgracia, toda mi rabia, tenía un solo nombre: Demon.
Lo observé ahí, en el suelo, cubierto de sangre, apenas respirando. Sus costillas se marcaban con cada jadeo débil. Un ojo cerrado por la hinchazón. La boca rota. Se veía patético. Y yo me regocijaba.
Reí. Juro que reí con el alma. Porque al fin, después de tanto, él estaba pagando. Y lo mejor de todo: ya habían visto la foto. Aslin. Carttal. Esa imagen perfecta de ella junto a mí, como debía ser. Y luego, la otra… Demon tirado, destruido. Un mensaje claro. Preciso.
Me acerqué con calma, saboreando cada paso. Me agaché frente a él y lo giré para que me viera. Aunque apenas podía enfocar, sus ojos se llenaron de miedo. Me encantó.
—Es una pena que hayas terminad