POV: Aslin Ventura
No sé cómo llegamos al hospital. Todo fue borroso. MIis manos apretando las de Liam, rogando que no dejara de respirar, suplicando que no me lo quitaran. Sentía el corazón al borde del colapso, como si con cada latido se partiera un poco más.
Los doctores se lo llevaron de inmediato. Yo quise seguirlos, pero me detuvieron. Me quedé afuera, abrazada a mí misma, caminando de un lado a otro como una loca. No podía quedarme quieta. No podía pensar con claridad. Carttal estaba ahí, sentado, con los codos apoyados en las rodillas, mirando al suelo sin decir nada. Pero yo no podía mirarlo. No quería. En ese momento, toda mi atención era para Liam. Solo para él.
No sé cuánto tiempo pasó. Un minuto. Una hora. Una eternidad.
Hasta que, por fin, uno de los médicos salió. Mi pecho se tensó. Me acerqué de inmediato, con las piernas temblando.
—¿Mi hijo? —pregunté, con la voz rota.
El médico sonrió con amabilidad.
—Despertó hace unos minutos. Fue solo una contusión leve en la cab