POV : (Tercera persona)
Liam avanzó por el salón con el porte impecable que siempre lo había caracterizado, pero en cuanto la tensión comenzó a espesarse en el aire, su mirada recorrió el ambiente con impaciencia. No quería lidiar con preguntas, ni con los rostros incómodos, mucho menos con la expresión herida que había alcanzado a ver en Cecilia antes de que ella huyera.
Sin decir nada, soltó suavemente el brazo de Arya y la condujo hacia una mesa apartada, cerca de la ventana principal. Ella pareció contrariada por un segundo, pero terminó acomodándose con un gesto altivo.
—Espérame aquí —ordenó él con voz baja pero firme.
No esperó a que ella respondiera. Ya había visto el brillo venenoso de satisfacción en sus ojos y no estaba de humor para soportarlo. Tomó una bocanada de aire y se dirigió directamente hacia el pasillo que conducía a su despacho privado. Necesitaba silencio. Necesitaba pensar. Necesitaba… algo que ni él mismo sabía nombrar.
Apenas cerró la puerta tras de sí, no t