Mundo ficciónIniciar sesiónEl mundo parece silenciarse por un instante. El murmullo a su alrededor, las voces lejanas, incluso el sonido rítmico de los pasos sobre el mármol… todo se desvaneció cuando Isabella sintió los pequeños dedos entrelazarse con los suyos. Era un contacto firme, urgente, como si aquella manita fuera un lazo que no podía, ni debía, romperse.
Aurora estaba allí, con los ojos grandes y brillantes fijos en ella con una confianza absoluta, como si no existiera la menor posibilidad de que Isabella la soltara. Apretaba su mano con la fuerza de quien teme perder algo precioso, pero con la naturalidad de quien cree que eso siempre le perteneció por derecho.
—Vamos, mamá… —dijo, con la inocencia pura que solo una niña podía tener, sin imaginar que aque







