Mundo ficciónIniciar sesiónApenas terminaron los saludos y la conversación con Antonella y Maria, Lorenzo avisó que necesitaba organizarse para una reunión importante en la empresa. Subió la escalinata de mármol con pasos firmes, el sonido de las suelas resonando por el hall, mientras Isabella lo seguía con la mirada sin siquiera darse cuenta.
Giulia notó.
En cuanto Lorenzo desapareció por el pasillo del piso superior, su hermana se acercó sigilosamente. Sin decir nada, tomó la mano de Isabella y la llevó a un lado, conduciéndo hasta la sala de estar, donde la luz suave de la tarde se filtraba por las cortinas claras.
—Quiero saber los detalles —dijo Giulia, con esa sonrisa traviesa que ya delataba sus intenciones.







