Mundo ficciónIniciar sesiónEl viernes amaneció con esa claridad que parece un aviso. Marcus llegó al trabajo antes que la mayoría. Llevaba el saco oscuro que Clara había elogiado y el cansancio bien escondido detrás de la corbata. Revisó reportes sin leerlos, contestó correos sin memoria, sonó convincente en una reunión donde apenas recordaba el tema. A las cinco, cuando el reloj de la pared marcó la hora prometida, guardó la laptop y salió como quien cumple una penitencia, no un plan.
El café estaba lleno de conversaciones a media voz y luces que hacían parecer todo más cálido de lo que realmente era. Clara lo esperaba con una sonrisa bien entrenada. El cabello suelto, perfume floral y una serenidad que cualquiera podría admirar.
—Pensé que no vendrí







