Mundo ficciónIniciar sesiónMarcus llevaba horas mirando la pantalla del teléfono sin escribir nada. Era temprano en la mañana, Laila aún dormía en su cama, envuelta en las cobijas, respirando con esa calma que él ya había aprendido a atesorar. Melissa hacía garabatos a unos metros, hablando sola sobre “sus bebés ninja gemelos”. Y, en medio de esa paz, había una sombra que no terminaba de disiparse.
Clara.
Ese ultrasonido dejado en su puerta. Ese comportamiento errático. Esa insistencia silenciosa que se había vuelto una amenaza disfrazada de dulzura.
Marcus sabía que tarde o temprano tenía que enfrentarlo. No podía seguir ignorando la situación. Tenía que ver cómo actuaba Clara cuando se le daba exactamente lo qu







