Mundo ficciónIniciar sesiónEvelyn llegó a la oficina más tarde de lo habitual. No porque tuviera retraso, sino porque se había quedado un buen rato parada frente al espejo esa mañana, preguntándose si debía o no decir algo. Había dormido mal, con una imagen clavada en la cabeza: un pasillo, un ascensor, una figura que fingía no verla. Y ahora, al caminar hacia la puerta de la oficina de Marcus, sentía ese mismo cosquilleo en la nuca que sentía cuando algo importante estaba a punto de romper la calma.
Golpeó dos veces.
—Pasa —dijo la voz de Marcus desde dentro.
Lo encontró solo, con la corbata floja y la mirada clavada en la pantalla. Tenía un expediente abierto, pero no estaba leyéndolo. Era evidente. Su mano jugaba con una pluma sin escribir nada, solo girándola entre los dedos como si necesitara tener algo controlado mientras el resto se le







