La noticia de que la recuperación de Leo estaba siendo exitosa trajo un breve respiro a Sienna, un pequeño rayo de luz en la oscuridad de su angustia. Con Ethan aún en cuidados intensivos, luchando por su vida después del susto durante la infusión, Sienna sintió la necesidad imperiosa de ver a Leo. No solo para aliviar su propia ansiedad sobre él, sino para agradecerle, y de alguna manera, aliviar un poco la carga de su conciencia.
Sienna encontró a Leo en la sala de recuperación, aún adormilado por los efectos de la anestesia. Su rostro, aunque pálido, no mostraba el rastro de dolor que ella había temido. Estaba conectado a algunos monitores, pero su respiración era tranquila, observó su pecho subir y bajar acompasadamente al ritmo de su respiración. La rubia se acercó a la cama con cautela mientras el corazón martilleaba en su pecho.
Leo parpadeó, sus ojos ambarinos se abrieron lentamente. Al principio, su mirada estaba un poco perdida, pero en cuanto la vio, se enfocó en ella con u