Me desplomo, es demasiado para mí y comienzo a temblar. No es suficiente con que me haya atacado. Además de eso, ¿planea acusarme a mí? Es más allá de cruel, es depravado y cínico, como si estuviera burlándose de mí.
—No puede ser —susurro, en negación. La idea de que mi violación sea tomada como una agresión me aterra.
Andrew maldice, se acerca lentamente a mí. Toma mi rostro entre sus manos cálidas, haciendo que lo mire a los ojos.
—Escúchame, Lauren, mírame —exige con vehemencia—. No es real, él está mintiendo y lo sabes. No podrá hacerte daño. No pierdas la cabeza.
—¿Qué más dijo? —pregunto, sé que le ha dicho algo más.
Andrew inspira profundamente antes de hablar.
—Ha testificado que lo de anoche fue una pelea de amantes. Se citaron en tu casa aprovechando que Alana y los niños iban a estar fuera de la ciudad, pero te pusiste agresiva por celos y lo apuñalaste.
—¡Hijo de puta! —grito, enardecida. Mi cuerpo está en llamas, lleno de ira, profunda e intensa. Nunca en mi vida me he se