-NARRADOR OMNISCIENTE-
Ha pasado un año desde aquellos acontecimientos que ocurrieron y unieron a nuestra hermosa familia. Blue y Adam se estaban preparando para el gran evento de sus vidas.
-Ay amor, como pasa el tiempo -suspiró-. Los chicos se irán a estudiar y estoy tan feliz por ellos. - Adam la miró con cara de orgullo. -Si me hubieran dicho hace un tiempo atrás que Tomás seguiría mis pasos no me lo habría creído, imagínate ¡Mi hijo fue aceptado en Harvard! -exclamó Adam lleno de orgullo. -Thomas se merece eso y más, de verdad que extrañaré a mi compañero, dejarlo partir será muy difícil. -Ejem... -Thomas entró a la habitación aclarando su garganta y se quedó mirando serio a sus padres-. Papá, mamá debo hablarles de algo importante -los miró a ambos. -Dinos, mi futuro colega. -Ven, siéntate aquí con nosotros -Blue dio golpecitos al sofá donde se encontraba con los mellizos. Thomas suspiró y comenzó a hablar. -Papá, sé que lo que te voy a decir va a molestarte, pero, quiero que primero me escuches y luego me digas si lo aceptas o no, yo entenderé. -Tomás me estás asustando -Blue tomó sus manos y de cierta forma le dio la fuerza que le falta para hablar. -Mamá, si mamita, esa palabra que no conocía la aprendí contigo. Tu fuiste la primera persona en mi corta vida que no me rechazó. Que me dio su amor incondicional, que me abrió sus brazos y las puertas de su casa y que fue capaz de doblegar al mandón y ogro de su jefe por defenderme -Hijo yo. -Papá, déjame terminar. -Está bien. -Bueno... Es verdad que quiero ser abogado como ustedes, pero he decidido no ir a Harvard como papá. -¿Qué? ¡Estás hipotecando tu futuro! -con un tono ansioso y molesto exclamó Adam poniéndose de pie. -¡Señor Scott! ¿Me deja terminar? - Adam asintió y se quedó callado. -Prosigo... Desde pequeño me he sentido fuera de lugar, no entendía por qué no me querías y por qué Ethan me trataba mal. Luego fui creciendo, gracias a que me gustaba leer pasaba horas y horas en tu biblioteca y un día encontré esto en uno de ellos -les enseñó un sobre que decía para mi bebé que está por nacer-. Es una carta de mamá a su hijo por nacer... -dijo con la voz entrecortada, la abrió y comenzó a leer. «Mi querido bebé, El día que supe que te esperaba fue el más feliz y el más triste de mi vida. Los doctores me confirmaban que sería de nuevo mamá y mi corazón por un momento dejó de latir para luego brincar de felicidad, pero esa felicidad sería opacada por la advertencia de mi doctor y era que si llevaba este embarazo a término peligraba mi vida. Fue desgarrador, pues te esperaba con ansias, con tu papá ya no era lo mismo, su trabajo lo había transformado en una persona distinta a la que conocí y de la que me había enamorado. Pensé que con tu llegada haríamos lo posible por recuperar nuestra bella vida, en la cual no nos importaba tener mucha comida si había amor, pero eso no era así. Adam se cegó por el éxito, el lujo y dejó de ser ese chico amable, afable y amoroso que yo amaba. Todos tomamos decisiones buenas y malas, de eso se trata la vida ¿no? Quiero que cuando termines de leer esta carta sepas que te amo hasta el infinito, que eres mi pedacito de cielo y que desde arriba te cuidaré con todo el amor del mundo. Quiero que seas un hombre o mujer de bien, pues he decidido no saber que serás para no sufrir porque tendré que dejarte sin siquiera ver tu carita. También te pido que cuides mucho a tu papá y a tu hermano, sé que será duro para ellos, pues acordé con mi doctor que no supieran de mi estado. Pues bien mi pequeño ángel, si estás leyendo esta carta ya sabes cuál fue la decisión que tomé. Sé que fui egoísta y no pensé en Adam y Ethan, pero mi pequeño ángel, tú eras lo más preciado para mí, te amé y te amaré por siempre. Puede ser que te toque una vida difícil, pero te pido que soportes a tu papá, él es bueno, sólo que se le olvidó demostrarlo y aunque yo ya no esté en su corazón, él será siempre mi primer amor y el único. Mi pedacito de cielo, no dudes jamás del amor de tu papá. Estoy segura que cuando lo necesites el estará para ti, él y tu hermano serán tus ejemplos a seguir y yo desde donde esté, los acompañaré y cuidaré, puede ser que la vida sea injusta y me lleve a mí primero y por eso todos tengamos que pagar un precio, pero la misma vida me ha enseñado que todo tiene su razón de ser y mientras te tenga aquí dentro te protegeré porque eres lo más importante y bello que tengo. Si tienes que llorar, llora. Si quieres reír, ríe. La vida es una sola y a todos nos toca cumplir una misión en este lugar y yo ya asumí la mía. No dudes nunca de cuanto te amo y que en los días que me quedan haré todo para traerte a este mundo fuerte y sano, eso es lo único que te puedo dar y lo cumpliré. Te amo con toda el alma. tu mamá» -¿Por qué no me lo dijo? Yo siempre la tendré en mi corazón, ella era mi sol y se fue apagando de a poquito y yo no me di cuenta. -Adam -Blue le abrió su brazo para que se acercara-. Ella fue muy valiente, uno como mamá es capaz de dar la vida por sus hijos, de hacerse a un lado si eso es lo que se requiere para la felicidad de ellos, el amor de una madre no tiene límites cariño. -Hijo mío, ven acá -Adam le extendió sus brazos y Thomas se acercó dudoso, lo acercó a su pecho y ambos se fundieron en un abrazo con mucho amor-. Respetaré tu decisión, no soy quién para exigir que hagas lo que quiero, eres mi hijo adorado, mi pequeñito y si quieres estudiar aquí o no hacer nada lo respetaré porque te amo. En el dintel de la puerta se encontraban Ethan y Alma escuchando la conversación, ninguno de los dos intervino, ambos lloraban. Por fin Ethan entendía a su mamá y el gran amor que les tenía y que sentía haber perdido por culpa de su hermanito. «Que tonto había sido» se dijo internamente. Por otro lado Alma lloraba de felicidad, pues su baboso no se iría y podría estar cerca de él aunque fuera como su hermana. Ella lo quería y eso a pesar de que le dolía nunca se lo diría. Para ella, Tomás siempre estaría en su corazón como su primer amor, aunque fuera unilateral. -Ejem, creo que hay visitas -Blue los miró y les hizo seña para que se acercaran hasta ellos. -Baboso, eres un cursi sentimental -Alma lloró a mares como la reina del drama que es. -Ven mi enanita -Thomas la abrazó y se acerca a decirle al oído-. Jamás te dejaré, siempre estaré para ti. Alma lo miró a la cara y asintió, en su interior ella pensaba lo mismo y se lo demostró con su abrazo. -Vengan acá los dos -Ethan los tomó y los dejó en el aire. -¿Saben que ustedes son lo mejor que me ha pasado en la vida? Así que nada de llanto ahora a celebrar que tendremos dos universitarios en casa. Blue te compadezco. -Todos soltaron risas conscientes de que la felicidad, aunque sea en pequeñas dosis, está llegando a la familia. -Los amo. -Yo también. -Pues yo no me quejo -dijo Thomas y Ethan le dio un zape-. Loco. -Auch. -Deja a tu hermano, necesita todas sus neuronas sanas, no se lo haré tan fácil. -Pues entonces hay que celebrarlo. ¿No? - Todos rieron sintiendo la felicidad que les embargaba en este momento. -Como dice Ethan ¡Esto hay que celebrarlo! Por supuesto, ¿qué quieren comer? - Todos al unísono dijeron pizza, por lo que se dirigieron a la pizzería de Enrico...