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LA CALMA ANTES DE LA TORMENTA P2

Transcurrió un buen rato en que ambos sólo disfrutaban de la presencia del otro, Ethan quería más, sabía que esta era su única oportunidad.

-No sabes cuanto te deseo Val -ella se quedó mirándolo a los ojos, sin pensarlo se acercó y lo besó. Su corazón estaba a full e intensificaron el beso, luego de unos segundos se separaron para tomar aire y Ethan suspira

-¡Estoy en el cielo!

-Doctor Scott, no lo pensaba tan romántico.

-Bueno, tú me haces sentir así. -Val toda sonrojada

-Mmm no te pases, ¿sabes que estoy ebria no?

-Espero que no, ¿si supieras todo lo que quiero hacerte en este momento?

-¿Y por qué no lo haces?

-No me tientes princesa.

-Hoy puede ser la primera y última vez -respondió la chica. La tomó de la mano y se dirigió a la barra.

-Sam nos vamos, por favor pon todo en la cuenta.

-Oki doki.

-¿Y Bruno? -preguntó Val.

-Me dijo que lo despidiera de ustedes, se fue a descansar hace un rato - Val asintió y salieron directo a la camioneta que los esperaba, el chofer les abrió la puerta y ambos subieron rápidamente.

-A mi departamento -dijo sin más para dirigir su mirada a Val. 

En un santiamén ya se encuentran en un complejo de departamentos. Ambos chicos que no habían parado de tocarse y besarse sólo se dieron cuenta cuando el chofer les indicó que habían llegado a destino, salieron de la mano, apresuraron sus pasos, hasta que entraron al ascensor y continuaron besándose con mayor intensidad.

Ethan a duras penas abrió la puerta de su departamento entraron ambos sin despegarse. Ethan se detuvo y miró fijamente a Val.

-Estás seg... -no alcanzó a preguntar cuando Val cubrió su boca con un dedo.

-Shuuuu -comenzó a bajar su mano por su pecho bien formado hasta llegar al pantalón y sin pudor a tocar su miembro erecto- ¿Dónde está la habitación?

Ethan la tomó en sus brazos y ella se colgó con sus piernas de la cintura de él

-Te tengo y no te dejaré ir.

Ambos estaban a mil, llegaron a la habitación y comenzaron a desprenderse de su ropa, eso que estaban haciendo realmente es lo que querían. 

Ethan tomó a Val de la cintura y la acercó a él. Comenzó a besar su boca para seguir con su cuello y luego llegar a esos pechos que había deseado desde que la conoció. Por su parte Val se encontraba extasiada con cada toque de aquel al que renegaba, pero su cuerpo lo pedía. Se dirigieron a la cama para seguir con su deleite.

Val se recostó y Ethan se acercó nuevamente a sus pechos, los lamió y mordió con desespero, bajó a su ombligo y luego a ese lugar que ha deseado explorar. Comenzó abriendo sus piernas y las besó hasta llegar a su centro el cual lamió y acarició con su lengua. Entrando y saliendo, chupando sus jugos que habían comenzado a salir. 

Val, empezó a gemir y sentir que estaba en el mismísimo cielo, las caricias y besos de aquel que la tienen a punto de llegar al clímax. Tomó la cabeza de aquel, pues sentía que su cuerpo vibraba con cada uno de los mimos que le hacía, hasta que le introdujo un dedo y luego dos, con eso ya no aguantó más y se liberó de aquello que la estaba torturando; con un grito gutural de satisfacción. 

Ethan la miró fascinado, ella era todo lo que quería y la iba a hacer desearlo cada día. Se levantó y la besó con pasión, se acomodó entre sus piernas y por primera vez colocó su miembro para entrar en ella de una sola vez.

Lo que no se esperaba es que ella estuviera tan apretada y haya roto esa barrera que todo médico conoce haciendo que la chica gimiera en un grito de dolor.

«¡Por dios, es ¡Virgen!» Pensó Ethan. Quiso salir de su cuerpo, pero ella se lo impidió cruzando sus piernas alrededor suyo.

-Preciosa ¿estás bien? ¿por qué no me lo dijiste?

Ella lo miró sabiendo que ya había notado su virginidad.

-Sí, pe... perdón por no decirlo no sé en qué pensaba, soy una tonta, pero por favor no pares, sólo no seas tan brusco, por favor.

-Está bien princesa, será como tú quieras, pero dime si hay algo que te molesta, ¿de acuerdo? -Val solo asintió y él esbozó una bella sonrisa-. no sabes lo feliz que soy de ser el primero -dijo mientras la besaba. 

Ethan se incorporó y con cuidado volvió a acomodar su miembro en el interior de Val. Delicadamente la penetró y se sintió extasiado. Tocó y besó todo el cuerpo de la muchacha, mientras siguió con el vaivén de su sexo en el de ella. Val comenzó a moverse junto con él, que empezó a embestirla más fuerte y rápido. Sabía que no duraría mucho, pero quiere que ella disfrute tanto como él.

Val sintió que nuevamente llegaría a la cima y se abrazó de él, marcando sus uñas en aquella espalda. Entre gemidos y besos apasionados ambos llegaron a un orgasmo maravilloso, llenando sus cuerpos de esa liberación que tanto ansiaban.

Una vez que sus respiraciones se regularizaron. Ethan se levantó con sumo cuidado y fue al baño, se limpió con una toalla húmeda las marcas que habían dejado la primera vez de Val, para luego salir y verla ahí tendida en su cama como esa vez que sólo durmieron. Se acercó y la limpió con ternura, luego se acomodó a su lado, la atrajo a su cuerpo, besó su frente y ambos amantes cayeron en los brazos de Morfeo.

En el penthouse

-Cariño.

-Si -respondió un poco distraída.

-¿En qué piensas preciosa?

-En lo cursi y lindo que eres Adam -soltó Blue riendo mientras miraba a Adam.

-¿Sabes que te amo?

-Ajá

-¿Y que soy muy feliz de estar contigo y nuestros bebés?

-Yo también, cariño.

-Quiero besarte.

-¿Y si mejor te beso yo? -se sentó a horcajadas en sus piernas y comenzó a besarlo, mientras subía y bajaba estimulando por sobre el pantalón de Adam-. ¿Quieres que siga?

-¡Oh, sí por favor! - Blue comenzó a desabotonar su camisa, y tocar cada parte de su cuerpo, mientras Adam besó su cuello y bajó el cierre del vestido que ella llevaba, para dejar su cuerpo solo en ropa interior.

Ella continuó con su trabajo, bajó sus manos a su pantalón le quitó el cinturón y abrió el cierre, le pidió que levantara sus caderas para bajar su pantalón y el bóxer dejando su miembro en todo su esplendor para comenzar a tocarlo, subiendo y bajando con sus manos.

Los besos se intensificaron y la necesidad de que él estuviera dentro de ella era latente, por lo que movió su braga y lo introdujo, comenzando a subir y bajar, mientras Adam echaba su cabeza hacia atrás disfrutando de su amazona. Ella siguió subiendo y bajando, haciendo círculos alrededor del pene de su amado. Adam tomó sus nalgas y comenzó a guiarla para luego acabar juntos.

Blue miró esos ojos que tanto la habían deseado y sin más dijo.

-Te amo.

-¡Lo sabía!

-¡Loco!

-Pero tuyo. Soy el hombre más feliz del planeta, nada ni nadie impedirá mi felicidad.

Luego de unas risas ambos se dirigieron a su habitación para seguir disfrutando de su amor.

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