La hija de la luna
La hija de la luna
Por: Sayiori
1. Epígrafe

❝ De nuestros miedos nacen nuestros corajes, y en nuestras dudas viven nuestras certezas ❞ — Eduardo Galeano —

La vida es casualmente irónica, es algo severa, de vez en cuando es divertida y algo insólita.

A veces tiene un aspecto triste o feliz dependiendo la ocasión, tiene cambios constantes de humor, lo que la hace extraordinariamente particular, pero curiosamente a pesar de ello es vida y al igual que todo tiene sus altas y bajas, donde el simple hecho de existir aparenta ser más fácil, más llevadero, todo se percibe con mucha más luz y donde la felicidad nos arropa dándonos de vez en cuando un respiro.

Eso para mí resume lo que es la vida en sí y descubrirás por qué pienso así una vez te adentres a esta historia, mi historia, más por lo pronto me presento.

Hola, mi nombre es Aysun Black y soy una huérfana hija de lobos, de mis padres poco conozco, no más allá de su simple apariencia es la que a mi conciencia alguna vez ha arremetido, la cual descubrí hace algunos pocos años atrás tras encontrar algunas viejas fotografías que Varyan mantenía ocultas incluso de mí.

Varyan Gregg mi tutor es un hombre de temple que puedo definir como el mejor ejemplo de un padre que la vida, aunque no lo creía así en un principio me pudo llegar a dar.

Su aspecto deja mucho que desear por la elegancia en su porte que pretende hacer pasar como desapercibida detrás de una ropa de apariencia humilde por lo que como cuál modelo de revista lo podría llegar a nombrar.

Su piel es de un color canela bastante sutil, es bastante alto, de cuerpo algo musculoso, sus ojos son de un color casi dorado similares al ámbar mismo, tiene el pelo rojizo corto y una barba pronunciada que siempre suele lucir bien recortada en el mismo tono.

Aquel mismo por alguna razón no ha visto aún necesario el contar esa parte de mi vida la cual él solamente conoce y que abarca mi puesta en existencia en este mundo aunque evidentemente tengo derecho a ello, pero, aunque bien tengo mis dudas respecto a tal comportamiento confió en que hay una razón más fuerte de por medio que tarde o temprano saldrá a la luz, puesto que de ser todo tan malo como se estimaría realmente siento que él no se hubiera dado a la tarea de entrenarme tan arduamente como lo ha hecho hasta ahora a sabiendas de que luego puedo llegar a traicionarlo o incluso escapar.

Mis habilidades de caza, búsqueda, captura y pelea, aunque no debería de alardear de ellas realmente son un as, un punto a favor suyo, pues desde que tengo conocimiento Varyan ha buscado moldearme como el suave barro en las manos ásperas del experto alfarero hasta conseguir sacar de mí lo mejor siempre y cuando el estúpido celo no aparezca para cambiar todo lo que para mí cotidianamente es normal.

Mi niñez junto a él a pesar de ello no tuvo desperdicio alguno y aunque todo pareciese estar tomado por la severidad, la calma y los momentos donde la felicidad entre lo que supone ser un padre junto a lo que yo simulaba ser su amada y única hija era digno de contemplar.

Papá como hasta ahora lo llamo es sin dudas un hombre de admirar y ha luchado con creces a pesar de las vicisitudes que ha tenido que enfrentar más aún e imagino las cuales se multiplicaron una vez que yo aparecí a poner totalmente patas arriba su vida, su empeño más grande siempre fue lograr querer educarme y darme todo lo más parecido al amor paternal que se pueda nombrar y junto a él sin dudas mi vida ha sido más fácil de lidiar.

Curiosamente, el mundo más allá de lo que compone el bosque de Sanec uno de los tantos que le conforman a esta isla a la que todos llaman Malfa es lo único que hasta ahora conozco no porque no pueda, sino porque no quiero, puesto que, aunque he tenido la oportunidad de encontrarme en medio de los humanos mi vida en medio del bosque es algo que realmente me niego a hacer a un lado.

Aquí puedo llegar a ser yo en la totalidad y eso significa que puedo llegar a usar mi piel lobuna a plenitud, transformarme siempre que quiera es un gran lujo que disfruto lo que me permite percibir el mundo desde la mirada bestial tanto como quiero lo que realmente no tiene precio, pero, a quien quiero engañar a pesar de tenerlo todo y no tener nada a la vez la sensación incesante de que algo falta en mi vida es innegable.

Lidiar con la dura pena que significa no tener padres, ni manada, ni lugar propio al cual llamar hogar deja sin dudas en los lobos ese rastro amargo que lleva consigo la propia desesperanza, algo que nos une en gran medida con los simples humanos, pues, en gran medida como aquellos somos, entes sociales.

La soledad que trae de por medio al estar alejados de todo y todos realmente hace bastantes estragos en nuestras propias mentes, así que es entendible que con el tiempo sea algo difícil de no percibir y contra lo que constantemente debemos de enfrentarnos.

Todo era eso hasta el momento y la calma era la principal base de nuestras vidas, donde solo éramos papá y yo contra el mundo, contra todos.

Éramos exacta y respectivamente hablando la mano amiga que siempre se presta ante los problemas y que se extiende en dirección contraria cada que uno tropieza, el hombro familiar que sirve como paño de lágrimas que siempre te acompaña o la cálida compañía de un igual que siempre es capaz de calmar la soledad del alma aunque solo sea algo momentáneo.

A pesar de no tener lazos consanguíneos sin dudas éramos lo más cercano a una familia que ambos podíamos desear y éramos medianamente felices gracias a ello, hasta que él apareció, Sheis, quien volcó todo mi mundo de cabeza, no muy bien se presentó.

Su presencia en mi vida vino prácticamente a obligarme a entender que todo era mucho más de lo que yo pensaba, removiendo por ello de mí el miedo al mundo que de algún modo había tomado sin pertenecerme, abriéndome por ello los ojos a una realidad llena de posibilidades y me hizo luchar sin dudas contra mis propios demonios.

Me obligo con fuerza a dejar salir mi voz, me hizo enfrentarme al presente y a cimentar con ello al nuevo futuro, uno que parecía ser tan incierto al hacerme sanar la herida que me producía el no saber quién yo era en realidad.

***Hola mis hijos de la noche, por aquí les dejo el inició de esta nueva historia que sin dudas se que les gustara o al menos eso espero.

***Ante ustedes se encuentran entre líneas los tres nombres de los personajes principales y que sin dudas darán mucho de qué hablar, especialmente cuando Sheis y Aysun se encuentren, por ahora no diré nada más y simple y llanamente bienvenidos sean todos.

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