Anya se peinó su larga cabellera frente al espejo y se quedó un momento en blanco. Nicholas había vuelto a su vida y era cuestión de tiempo para que Angie llegara también. Lo que pasó hacía diez años en ese lugar era lo peor que le podía pasar a una mujer, y todo lo hizo por amor y para proteger a su hijo. La madre de Zair era una víbora de lo peor, siempre buscaba la manera de que todos hicieran su voluntad. Fueron unos hermosos meses viviendo con ese alfa. Ahora ya todo estaba más claro que nunca. Y quizá esa noche tendría que ver a las personas que le hicieron daño de una y mil formas hacía tanto tiempo.
El día anterior, cuando despertó sola en la oficina del alfa, pensó que estaría con él. No obstante, este se marchó como si nada, dejándola sola y con Jessica con una caja en las manos. Se miró en el espejo de cuer