DOMINIK
Hablar con Blake era fácil, tal como con todos mis amigos, y tras más o menos dos horas de reunión, Paul tocó a la puerta.
—Señor Engel, la señorita Krüger está aquí.
—Hazla esperar afuera hasta que termine.
Paul asintió y salió.
—Vaya, ¿ya pasaron dos horas? ¿Cómo pudimos pasar tanto tiempo hablando? —bromeó Blake y solté la risa.
—Tal vez tengamos que tener una segunda reunión antes de que te vayas para afinar todos los detalles.
—Me parece bien. —Él asintió—. Antes de irme tengo que darte algo. —Llevó una mano a abrir el portafolio que llevaba y me entregó un sobre.
Lo escudriñé y abrí los ojos de par en par.
—¡Mierda, ¿por fin se van a casar?! ¿Por qué no lo dijeron la última vez? Estoy seguro de que ya lo sabían.
Se echó a reír y se encogió de hombros.
—Las sorpresas así son más divertidas.
Abrí la tarjeta y vi que la boda sería a mediados de noviembre.
—¿En Napa? —Fruncí el ceño.
—Ryan tiene un viñedo en Napa, nos casaremos ahí. La casa es enorme, pero también hay una se