BLAIR
—¿Qué tal? ¿Te gusté? ¿Te enamoraste de mí tras escuchar mi hermosa y melodiosa voz?
Al terminar los aplausos, Dominik se levantó del piano y salimos entre nuevos vítores del restaurante, fue entonces cuando se acercó a mí y me soltó aquello.
Arrugué la cara por sus palabras.
—¿Eh? ¿Es que te crees John Legend o algo así? Que sepas que no le llegas ni a los talones. —Tiré la vista a otro lado.
Él me agarró enseguida de la cintura, lo que me sorprendió porque estábamos todos ahí, y encontré su mirar pícaro y oscurecido sobre mí en un segundo.
—No necesito ser John Legend para volverte loca, Isi. Me basta con un besito por aquí, una mordidita por allá y…
—¡Aaaah, haré como que no te estoy escuchando! —espeté y me salí de su abrazo al segundo para agarrar la mano de Ray—. Vamos, Ray, vamos al auto. Tu tío Dominik enloqueció y necesitamos protegernos.
Ray parecía divertido, y la audible risa de Dominik me dijo que le había dado justo lo que buscaba. En ese instante vi a los demás, q