DOMINIK
Cuando el ecografista apuntó su equipo, se escuchó el fuerte latido de un pequeño corazón. El médico se aventuró a decir que, con base a los resultados de sangre, era un niño, y vino un ginecólogo que nos explicó todas las precauciones que debíamos tener.
En presencia de Conrad, Celia y Ulrik, Blair y yo seguíamos un poco embotados, pero el fervor que sentí en mi interior al oír el latido de su corazón fue…
Me enamoré por segunda vez, no había mejor forma de decirlo.
Al irse el médico, Conrad me hizo una seña y lo acompañé afuera. Con él era básicamente como si estuviera charlando con el padre de Blair, así que mentiría si dijera que no estaba nervioso.
—Felicidades por decidir conservar al bebé. Sé que debió ser un choque para ambos, dadas sus caras hace poco.
Sonreí apenas y asentí con la cabeza.
—Traer a un bebé al mundo es una decisión de dos, señor Rymer, eso es lo que creo.
—Dicho eso, ahora que Blair está embarazada las cosas han cambiado. Tal como tú fuiste criado a la