Amy Xiomara esta enamorada perdidamente de Alexander Santana, un hombre a quien solo conoce a travez de la televisión, gracias a las malas jugadas del destino no ha podido conocerlo en persona, pero ella tiene claro sus sentimientos, su vulnerable corazón sabe que lo que siente por él es amor. Lamentablemente tiene un padecimiento en el corazon, por lo cual si no consigue un donador de corazon morirá. El destino decide estar a su favor logra conocer a Alexander solo para rectificar su amor por él. Alexander queda flechado por Amy, a pesar de estar cansado de tratar con mujeres rodeadas de lujos y riquezas, descubre que aunque es una ñina rica de papi, es totalmente diferente a lo que él creía de ella y ambos comienzan a conocerse a profundidad. Llegando a sentir ambos un amor apasionado, ardiente, donde es imposible que ese fuego en ellos se apague. Alexander tambien conoce a Linda, una mujer humilde con un carisma que lo hechiza, le entra curiosidad y comienza a frecuentarla y sin poder creerlo comienza a tener sentimientos por ella, sentimientos que no le son del todos claros pero que están presentes, Linda es humilde,sencilla y trabajadora, con ella experimenta un amor dulce e inocente. Una desgracia llega a sus vidas, cambiando por completo el rumbo de estas, una perdida inrreparable que llenan el corazón de Alexander de odio y deseo de venganza,pero que no apagan el inmenso amor que siente en su corazón. Un corazón latiendo por un mismo fin. Un corazón dividido entre dos amores. Un corazón bondadoso dispuesto dar.... UN CORAZON LATENTE
Leer másCapítulo 1
POV Amy Xiomara El delicioso sabor del chocolate llega a mi paladar y me hace soltar un placentero gemido, hoy amaneció en mi mesa de noche aun lado de mi cama una hermosa caja de chocolates, mis favoritos, sonreí porque se quien entró a mi habitación aprovechando que estaba dormida y los dejó, sabía perfectamente que con ese regalo mi enojo quedaría en el olvido y como no hacerlo si el chocolate es lo que más me gusta en este mundo, bueno, la segunda cosa que más me gusta ya que el primer lugar lo ocupa él, ese hombre que me roba suspiros con solo mirarlo en la televisión, ese que provoca que mi frágil corazón se acelere con tan solo escuchar su voz y que hace que el aire me falte en los pulmones, Alexander Santana Toto un magnate hombre de negocios dueño de la compañía de teléfonos móviles más importantes, Air Voice ; un hombre tan hermoso y sexy que roba suspiros a toda mujer que se cruce en su camino, estoy más que segura de eso; alto, piel blanca, ojos negros intimidantes, unos labios demasiados perfectos y un cuerpo qué te hace pensar cuanto tiempo le da a sus sesiones en el gimnasio. No he tenido la fortuna de conocerle en persona, nunca hemos coincidido en algún evento, o mejor dicho no he tenido la suerte ya que cuando esta por suceder, talvez por los nervios de saber que él estará ahí mi corazón comienza a fallarme y mi estado de salud se agrava. Sufro de una anomalía cardíaca congénita, una enfermedad cardíaca que se presenta en personas que nacen con un defecto en el corazón. En mi caso mis padres me lo habían tratado en la infancia con tratamientos especializados, según los doctores no era tan grave como para entrar a cirugía, todo se fue al carajo cuando mi madre murió de un paro cardíaco hace diez años y desde ese momento mi corazón dejó de funcionar correctamente, no se si fue por la impresión, el dolor, la tristeza y desolación que sentí con su repentina muerte, pero mi corazón ya no fue el mismo, desde los trece años fui sometida a diversos estudios, tratamientos intensos para salvarlo, pero todo con el pasar de los años fue empeorando, ya no me fue posible meterme a cirugía, mi padre desesperado por no querer perderme como a mi madre, no ha hecho otra cosa más que darme lo mejor, consentirme en todo no solo por ser hija única si no también porque sabe que en cualquier momento me puedo ir de su vida y dejarlo completamente solo. Los mejores médicos me revisan y me tienen en monitoreo constante porque vive con la angustia de que me pase lo mismo que a mi mamá. Mi madre nunca tuvo síntomas, era una mujer saludable aparentemente, hermosa, con una sonrisa que te llenaba de paz el alma, mi padre la amaba mucho lo podía ver en la forma que la miraba y en sus acciones para con ella. Una mañana solamente ya no despertó, recuerdo que cuando entré a su habitación la encontré en los brazos de mi padre, él se aferraba a su cuerpo y lloraba desconsoladamente, para que minutos después los paramédicos entraran y la revisaran, intentaron salvarla pero fue demasiado tarde ella estaba muerta. Todavía recuerdo cuanto sufrió, cuanto lloró su muerte como un niño, como pidió a los cielos que se la devolviera, como sollozaba en su lápida y le decía cosas bonitas como si ella pudiera escucharle, recuerdo como se encerró en su habitación y se olvidó de todos, se olvidó de mi, yo tuve que pasar mi dolor sola, sin él , sin sus palabras de aliento , sin su calor, sin su consuelo. Meses después comenzó mi batalla, cansancio, alteraciones en mi frecuencia cardíaca, no podía respirar con normalidad. Fue ahí donde mi papá salió de su letargo y su temor aumentó cuando le dijeron los doctores que mi corazón estaba fallando, al principio teníamos la esperanza que con los tratamientos mejorara ya pasaron 10 años y desde entonces en vez de mejorar solo a empeorado hace dos años nos dijeron que requería de un nuevo corazón y ni con todo el dinero que mi padre tiene por sus inversiones en diferentes empresas, se ha podido conseguir uno, desde hace dos años estoy en la lista de espera. Llevo a mi boca un chocolate más y sonrío al sentir como se deshace en mi boca, pistachos, digo en mis adentros y bajo la mirada hacia la caja qué esta sobre mis piernas para contar cuantos me he comido, pero la pequeña tarjeta me llama la atención, la abro y mi sonrisa se hace más grande . Perdona a papá, por ser ya un viejo olvidadizo, te prometo que la próxima vez no lo olvidaré. Doy un brinco en mi lugar asustada por los gritos de Marlene, abre la puerta de golpe y entra a mi habitación. —¡Esta en la tele! ,esta en la televisión —, dice moviéndose como loca por la recámara buscando no se que y yo reaccionó hasta después al darme cuenta a lo que se refiere—, ¿dónde está el maldito control? —No lo se —, me levanto desesperada y me pongo a buscarlo por doquier, en un momento ambas chocamos pero no nos importa seguimos buscando, siento que no podré seguir buscándolo por mucho tiempo, mi cuerpo se está comenzando a cansar. Veo a Marlene buscar bajo las almohadas las cuales salen volando por los aires y caen en al alfombra, lo encuentra y me mira con una sonrisa, rápidamente tomo asiento, en espera que prenda en televisor, mi corazón golpea. Pum Pum Pum Pum ( —Excelente señor Alexander, su línea telefónica es sin duda una de las mejores, hay comentarios buenos como también malos pero se reconoce que son mayoría los primeros.¿ Cómo se siente al respecto? ) Trago saliva cuando lo veo con una camisa blanca, corbata y chalequillo gris, se ve bastante bien, demasiado diría yo. Aunque no puedo verlo de cuerpo completo pues esta sentado, me imagino que los pantalones que lleva puesto le han de quedar de maravilla. (—Que te puedo decir, no me puedo quejar, soy consciente que la competencia es la que se encarga de querer dañar la imagen de Air Voice, pero ninguna logrará llegarle a los talones.) Habla con una seguridad y arrogancia que me envuelve, me encanta su seguridad, me encanta su arrogancia. Suspiro al mismo tiempo que Marlene y ambas nos volteamos a mirar y nos terminamos carcajeando. Marlene trabaja para nosotros desde hace mucho tiempo es hija de mi nana Amparo a la cuál adoro con el alma, es mi segunda mamá. Ella y yo crecimos casi juntas, recuerdo que llegó aquí cuando ambas teníamos siete años y desde entonces somos inseparables, le digo que es como mi hermana gemela pues tenemos la misma edad veintitrés años y cumplimos años el mismo día. Ella dice que de gemela no tenemos nada, pues ella es robusta, tiene unos enormes pechos, unas enormes piernas y un gran trasero, aún así tiene una agilidad para moverse qué me impresiona, su piel es morena y su cabello es negro y ondulado, es de baja estatura como yo. Siempre que Alexander está en alguna entrevista en la televisión ella corre por los pasillos y grita como loca para avisarme pues a ambas nos encanta verlo. —Sshh, espera —, me dice—, no logro escuchar. ( —Lo que estoy seguro que muchas quieren saber, no te sientas presionado en responder, sabemos perfectamente que de tu vida personal no te gusta hablar ,así que dime ….¿tienes novia? ) Nos volteamos a mirar y Marlene me toma la mano y me da una mirada tranquilizadora , ella sabe que lo mío es algo más que solo una atracción y no me juzga, al contrario me apoya en que este enamorada de un hombre al que para él ni siquiera existo y al que ni siquiera conozco como tal. (—No, no tengo novia. ) ( —Ya los escucharon señoritas, el magnate hombre de negocios está soltero, así que ya pueden dormir tranquilas. ) La entrevista se termina ahí , ambos se despiden y yo como bien lo dijo el entrevistador, ya puedo dormir tranquila. —Tienes que conocerlo ya, esta soltero pero muy pronto no lo estará y perderás tu oportunidad. —La oportunidad talvez la pierda cuando por fin me conozca y ni siquiera se fije en mi—, respondo con tristeza pues solo pensar en que lo llegara a conocer y ni me dirija tan solo una mirada, me partiría el corazón y mi autoestima quedaría por los suelos, no es que sea insegura, se que soy hermosa, pero un desprecio de él sería una terrible decepción . —Estás loca, como crees que no te va a mirar, mírate estas hermosa, ojos azules, cabello largo castaño precioso, piel blanca, cuerpazo de infarto envidiable, pero sobre todo tienes un gran corazón, algo que muy pocas estando en la buena posición en la que estas lo serían y tu sabes que no miento—. Termina diciendo y se acerca a mi mirándome seria —. Así que deja de decir tonterías que nada más y te conozca se le pondrá dura. —¡Marlene! —, la reprendo por su grosería, mirándola con enojo fingido—, en dado caso de que así sea espero estar a solas con él para ayudarlo con su problema—, agrego mordiéndome los labios nada más de imaginármelo.POV ALEXANDER Ayer cuando regresé a casa no pude con la ira he impotencia qué sentí al recordar a ese miserable. De ver el sufrimiento que le causé a Amy, de sentir su desprecio, de ver como lucha en contra de sus sentimientos porque tiene el orgullo dañado, porque al igual que Linda no se merecía mi engaño . ¿Qué tenia en la cabeza? Tengo que lidiar con mi maldita conciencia qué me tortura todo el tiempo. ¿Acaso no tengo derecho a la redención? Yo en su lugar estaría igual. Destrocé el lugar y me senté a pensar y pensar en todo lo que estoy haciendo para que ese perro caiga en la trampa. Tengo un aliado clave que me esta facilitando las cosas y al que veré el día de hoy. —Creo que deberías por empezar en devolverle su hogar, te debe estar odiando por haberle hecho eso. Observo mi reloj son justamente las siete de la mañana con treinta minutos en estos momentos ya mi abogado le avisó qué la casa vuelve nuevamente a sus manos.¡ Si! Soy un sin vergüenza que abusé de m
Nunca despertar habia sido tan malditamente doloroso. La confusión se hacía presente, añadiendo así la infinidad de imágenes que se repetían en mi cabeza. Cual me llenaba de frustración porque no alcanzaba a comprender que había pasado. Imágenes borrosas, nada claras, pero de gran importancia porque eran las que podrían darme la explicación que necesitaba justo en ese momento. Lo que si tenia claro era la desesperación, el dolor y el gran vacío que sentía mi corazón. ¿Quién era? ¿Dónde estaba? ¿Qué había pasado? ¿Porqué no recordaba nada? Esas he infinidad de preguntas me hacía una y otra vez de las cuales solo de algunas obtenía respuesta . Rodeado de personas que para mi eran desconocidos, que decían amarme y estar preocupados por mi. Podía sentir su lástima y como ocultaban información que era de suma importancia. El que me miraran con compasión me llenaba de coraje, pues lo último que quería era eso, yo solo quería respuestas, yo solo quería saber quien era y el porqué me
¿Quién era esa mujer? Y es que aunque no tardó mucho en averiguarlo, aun no entendía el porqué sabía su nombre y el porqué lo pronunció de aquella manera. La suavidad y el sonido de su voz, su mirada y respiración, le recordaron a aquella mujer que habita en sus recuerdos, que habita en su corazón y de la que está convencido pueden pasar años y años y jamás olvidará, aunque en físico son totalmente diferentes por un momento sintió aquella energía que caracterizaba a Linda. Linda, Linda ¡Cómo dueles! Su ausencia le quemó el corazón, desde su partida quedó un vacío inexplicable que no puede llenar con nada. ¡Fue difícil! Fue difícil su partida, fue difícil saber que ya no volvería a verla. ¡Cuánto hubiese dado por mantenerla conectada a todas esas maquinas de por vida! Jamás había llorado como lo hizo ese día, jamás había sentido tanto dolor como el que sintió ese día, ni siquiera las peores de las torturas tenían comparación. El ser humano tiende a no pensar con claridad
Siento su pesor sobre mí, no se como o en que momento pero su enorme cuerpo me aprisiona he intimida sobre el colchón. Se ha metido entre mis piernas y mi camisón se sube hasta mis caderas, puedo sentir la dureza de su entrepierna. —¡Dime que no haz sentido con él lo que yo te he hecho sentir!—Habla con voz ronca he exigente—que solo mis besos y caricias pueden llevarte a la gloria, que solo yo puedo hacer arder tu cuerpo en cuestión de segundos—Junta su frente con la mía y acaricia mi labio inferior con uno de sus dedos. En estos momentos me siento intimidada , sobre todo por la forma en que me está mirando; dolor, rabia, desespero y deseo—Qué solo conmigo te sientes mujer, que no te haz entregado a él en la forma en que lo haz hecho conmigo…que es a mi a quien amas y no a ese imbécil. No me deja responder y me besa con rudeza, este beso duele y me deja sin aliento, es como si quisiera borrar con él todo rastro de besos intrusos que durante este tiempo me han dado el calor que el
Su expresión cambió a uno de sorpresa y su mirada se oscureció. Trago en seco cuando a paso veloz llega a mi y me sujeta con brusquedad del brazo, me quejo en enseguida.—¿Quién eres?—Su voz sale con intriga—¿Y como sabes mi nombre? No lo sabia, mis labios por voluntad propia pronunciaron aquel nombre.¿Me creerá?—Y-yo…—Estoy realmente asustada mi mano no deja de sangrar y ahora este hombre peligroso frente a mi, me sujeta con fuerza y con su mirada exige una repuesta, cual no tengo—Me estas lastimando, suéltame por favor.—Contéstame—Me zarandea violento —¿Cómo sabes mi nombre?“No lo se, te lo juro que no lo se, simplemente lo dije y ya, fue como si mi corazón te hubiera reconocido.”—Te confundí, te confundí con alguien más ¿si?—Termino diciendo— pero ya veo que no eres tu, discúlpame por favor, ahora suéltame necesito buscar un médico para que me ayude con esto—Levanto mi mano y me sorprendo por la cantidad de sangre que he derramado, la manga de mi vestido está pintado de roj
—¡Pero mira nada más! Aun no creo que estés aquí—Me abraza con fuerza emocionado, me besa y sonríe—Dame solo unos minutos y podremos marcharnos—Asiento y lo observo hacer una par de llamadas, me sonríe nuevamente, se ve feliz, no puedo destruir esa felicidad, pero tampoco puedo engañarlo más después de lo que hice con Alexander.¡Alexander!Pensar en él me provoca jaqueca, sobre todo porque se que él provocó todo esto, lo hizo con esta intención, le dije que fue un miserable al engañarme cuando sabia que lo amaba con locura y yo…yo hice lo mismo traicioné a Agustín, sabiendo que me ama. Llevaba meses insinuando que deseaba algo más que solo besos y caricias, me excusaba con que aun no estaba lista, cuando me decidí solté el nombre del hombre que me hizo daño y no obstante terminé enredada entre sus brazos ante la menor provocación.—¿Estas bien?, te noto muy distraída—Me pregunta y yo observo que ahora vamos en su auto, ni siquiera me di cuenta como es que llegamos aquí—¿Ha pasad
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