42. Ecos del futuro.

42 ecos del futuro

Corrí hacia donde estaba mi madre, con el corazón acelerado. Era consciente que aquello era una loción, pero no podía discernirlo. Solamente podía sentirlo, realmente sentirlo, lo profundo en mi interior, porque era consciente de que aquello era, en efecto, consecuencias del medicamento. Pero era mi madre, ahí, después de tantos años, después de haberla perdido para siempre, sentada en el alféizar de la ventana, con la luz de los ojos golpeando verificadamente su rostro.

Cuando llegué con ella y la abracé, entonces entre su cuerpo, tan rayar, como si de verdad estuviera ahí, tan sólido... No era un fantasma, no era una aparición, no era una visión; era ella, ahí, completa y absolutamente real, vívida como un hecho, una certeza.

Cuando me aparté, ella me miró a los ojos, a ese verde encantador que tanto me había gustado, que tanto extrañaba en mis noches de cansancio y de pesadillas.

— Mamá — le dije — , estás aquí.

Le pregunté, aunque yo sabía que la respuesta era
Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP