Cap. 194: Una esposa fugitiva. Un abogado prohibido.
Cap. 5: Una botella rota.
La sala de reuniones tenía una vista panorámica del centro financiero de Manhattan, pero ninguno de los presentes estaba interesado en el paisaje.
Axel Montgomery entró con paso firme, impecable como siempre. Traje negro hecho a medida, corbata azul oscuro, cabello ligeramente revuelto como si no le importara, aunque cada detalle de su apariencia gritaba perfección. Saludó con una leve inclinación de cabeza a los ejecutivos de la farmacéutica que lo acompañaban y dejó su maletín sobre la mesa de cristal.
Del otro lado, Richard Crowe ya estaba sentado. Se levantó, simulando cortesía, pero sus ojos reflejaban arrogancia. Iba de gris claro, relajado, como si la demanda por difamación y daños contractuales fuera solo otro juego más que pensaba ganar con su lengua venenosa.
—Montgomery —saludó, estirando la mano con condescendencia.
—Crowe —respondió Axel, estrechándola sin sonreír.
Tomaron asiento.
—Bien —intervino la representante legal de Biocare—. Estamos aqu