Cap. 256: Una esposa fugitiva. Un abogado prohibido.
Cap. Extra.
El avión privado aterrizó en la pista más cercana a la reserva nacional. Axel tomó la mano de Aria apenas bajaron del jet, y sus dedos no se separaron ni un instante. Ella vestía un abrigo color crema, suelto, que ondeaba con el viento fresco, y llevaba el cabello recogido en una trenza baja que dejaba al descubierto su cuello. Él la miraba con una mezcla de orgullo, deseo y amor contenido. El aire olía a pino y a tierra húmeda, mientras las montañas nevadas enmarcaban el horizonte de Yellowstone como una postal viva.
—¿Estás lista para desaparecer del mundo unos días? —susurró Axel cerca de su oído, con una sonrisa apenas visible.
—Contigo… siempre —respondió Aria, sin pensarlo dos veces.
Una camioneta negra los esperaba a pocos metros. Subieron sin soltar sus manos. El conductor, discreto, los llevó por un camino serpenteante entre árboles centenarios hasta llegar a una cabaña de madera rústica, enclavada en medio de un paisaje de ensueño. El lugar parecía sacado de una